Esta mañana al levantarme, recordé las mañanas vividas en la Costa del Sol, época en la que añoraba, ésta mi casa en la que hoy, una vez que he vuelto, miro atrás y pienso en las cosas buenas de otros tiempos, cosas que entonces no me parecían tan importantes, obsesionada como estaba entonces con volver. Esta es la plaza por la que pasaba casi a diario mientras viví en aquella época.
Hoy intento iniciar una vida nueva, que no recuperar la que dejé cuando me fuí, y buscar mi sitio para poder acomodarme y mirar adelante y alrrededor, y preparar para seguir luchando cada día, afrontar cada reto con la mayor lucidez posible y sobre todo y mientras tanto, estar siempre disponible para todas las personas, hijos, marido, familiares, amigos, que puedan necesitar mi atención.
Personalmente me baso en el principio de que, la felicidad no existe, que a todo a lo que podemos aspirar es, a "los momentos de contento" que podamos arañar y que por cierto, no se nos ofrecen gratuitamente, siendo ésta mi opinión, y que depende de lo conformistas que seamos, que nuestra vida nos satisfaga más o menos.
Claro que, siendo conformistas, dificilmente nos enriqueceremos como personas, puesto que para ello tenemos que crecer, y sin retos, no es posible el crecimiento.
Claro que, siendo conformistas, dificilmente nos enriqueceremos como personas, puesto que para ello tenemos que crecer, y sin retos, no es posible el crecimiento.
2 comentarios:
Teresa tu torre es muy bonita y lo que dices de la Costa del Sol es muy interesante.
Saludos
Luis
Vivir tenemos que vivir cada etapa y no nos queda otra, pero soy de las que pienso que cualquier tiempo pasado fue mejor y el ayer por desgracia ya no vuelve.
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